Esta Monta ya carbura y se hace fuerte en casa

De nuevo la fortaleza de la Montañesa en la Bombonera deja una victoria con remontada contra un FC L’Escala que cayó en la trampa  táctica de Raúl Paje y  vio como los tres puntos se quedaban en casa. (FOTOS: Sandra Vericat)

DBC – Quizás se hace demasiado repetitivo eso de decir que es difícil ganar en el Municipal de Nou Barris, que los equipos de Raúl Paje están muy bien trabajados, que la afición de la Bombonera hace que juguemos con doce… Todo eso puede resultar incluso cansino en el argumentario de la categoría pero es así. Tal cual. Pase lo que pase la Monta siempre compite y a los rivales, sean de la envergadura que sean, se les hacen eternos noventa minutos en terreno gualdinegro.

La víctima en esta ocasión fue el FC l’Escala que no hizo mal partido y plantó cara desde el inicio pero que acabó doblegando la rodilla. El primer aviso llegó por parte de la Montañesa a los pocos segundos. Un balón del guardameta Eric Fernández lo pivotó de cabeza Izuchi hacia banda izquierda para que Juaco enviase un zurriagazo sobre la portería de Marc Quer. Pasó cerca del larguero ese lanzamiento y servía de aviso de lo que podía venir después.

A pesar de esa ocasión, el equipo de Arnau Sala no se achantó y aprovechó una presión alta de sus torres en ataque, Maha, Burama y Pime para no dejar pensar en la salida de balón a los defensores de la Monta.

Con ese panorama un balón colgado desde medio campo, varios rechaces defensivos y una nueva intentona de Genis, acabó con el esférico en poder de Burama quien controló con el pecho, aprovechó la descoordinación de la defensa de la Monta al tirar el fuera de juego, y a la media vuelta batió a Eric ajustando el lanzamiento a la cepa del poste. Llegábamos al minuto 15 con el 1-0 en el marcador.

A partir de ese momento el partido cambió. La Monta no se hunde fácilmente a pesar de encajar porque sabe de su poderío. Habrá veces en las que la reacción no llegue, el fútbol es así. Pero contra l’Escala llegó. Y lo hizo a un modo muy Montañesa, con un  contraataque muy veloz cargado de lucha y buena definición. Corría el minuto 29 cuando Marc Gabaldón, uno de los engranajes clave para Raúl Paje en el centro del campo robó un balón con el flequillo. Condujo unos metros de manera veloz y ayudándose de nuevo del flequillo para armar la contra recibió un sándwich de los defensores gerundenses que frenaba su progresión. La falta fue clarísima pero en su caída el balón acaba en las botas de Alarcón que comenzó su particular show con un pase al primer toque para Juaco. El joven jugador de la Monta ni se lo pensó, encaró portería y anotó el empate batiendo a Marc con un potente disparo. 1-1.

A pesar de intentarlo ambos equipos el marcador ya no se movió en esta primera mitad y nos marchamos a vestuarios con empate en el luminoso.

La segunda mitad nos iba a deparar un monólogo gualdinegro. La Monta había aprendido la lección y supo desde el inicio de la reanudación qué era lo que tenía que hacer para doblegar a l’Escala. A los pocos segundos de ponerse en marcha la segunda parte, Juaco lanzó un derechazo que pasó muy cerquita del poste después de una excelente jugada individual.

Acto seguido, Linares lanzó un misil muy lejano que obligó a despejar como pudo al portero de l’Escala. El rechace lo cazó Alarcón en banda derecha y su disparo se fue cruzado por muy poco.

Dominó por completo estos minutos la Montañesa mientras Arnau Sala movía el banquillo buscando cambiar el guion. Hizo lo propio rondando el minuto 60 el míster de la Monta. Veía que el partido era suyo y necesitaba aire fresco para concretar el plan. Gabaldón dejó su sitio a Manel Montoya y Amate hizo lo propio con Lluís Bargalló.

Era cuestión de tiempo que la Monta materializase su superioridad y eso sucedió a los 68 minutos de juego. No diremos que fue un gol, hay que decir que fue un golazo de Kevin Alarcón. Una genialidad de la que muy pocos son capaces. Después de un pase de espuela de Eric Ruiz, el balón llegó entre líneas hasta las botas de Alarcón. Con una punta de velocidad endiablada condujo hasta línea de fondo y ahí comenzó el show. Uno, dos, tres y hasta cuatro jugadores de l’Escala ven como les supera, con sombrero incluido, para alojar el balón en las redes y poner el 2-1 en el marcador.

La Bombonera se vino arriba y Paje realizó movimientos tácticos que ayudasen a afianzar el resultado sin renunciar a ese potencial ofensivo que sentenciase el encuentro. Y no le pudo salir mejor la jugada al técnico de la Monta. Los chicos de Arnau Sala se vieron impotentes para penetrar el muro plantado frente al área de Eric Fernández y por otro lado, quedaba el golito de Izuchi para cerrar el partido.

El delantero de la Monta está en un estado de forma envidiable y su trabajo constante se premia también con goles. En esta ocasión una cabalgada por banda derecha de otra bestia física como es Jonathan Linares acabó con un centro que Izuchi introdujo en las redes para subir el 3-1 a los 84 minutos de juego.

De ahí al final el Municipal de Nou Barris festejó, celebró la victoria y lo que están haciendo estos chicos. No es fácil tener uno de los presupuestos más bajos de la categoría, contar con numerosas bajas desde pretemporada, contar con una media de edad de 22 años y aún así competir de tú a tú con equipos en mejores condiciones.

Manteniendo siempre los pies en el suelo, está claro que el adn Monta y la varita mágica de Paje están funcionando en esta segunda temporada en Tercera Rfef. Siguiente para un Vilafranca en horas bajas que se prevé será un hueso duro de roer.

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